martes

narcotraficante en palacio

Yesid Luin Mamani, fué elegido alcalde del poblado del altiplano de Calamarca en las ultimas elecciones municipales por el MOVIMIENTO AL SOCIALISMO MAS, partido de gobierno del presidente Evo Morales, pero al poco tiempo camino a la frontera con el Perú fue pescado in fraganti con casi tres kilos de Cocaína pura en un auto del municipio, y fue arrestado; pero para sorpresa de todos, fue dejado en libertad a los quince días, gracias a sus contactos politicos. Lo peor es que fué ratificado en su cargo y el dia 29 de Marzo del 2011 fue recibido, junto a otros alcaldes, por el primer mandatario en persona en las instalaciones de palacio. Es decir el narcotraficante del partido ofialialista no solo que no no esta preso, sinoque mantiene su cargo, y entra a palacio con la invitacion del propio mandatario.
¿que pruebas mas se necesitan para comprender que este gobierno esta contaminado por el narcotrafico y que su discurso politico solo es una cortina de humo para mayores negocios

viernes

Memorias de Gadaffi




Encuentro de Evo Morales con el dictador Muammar Gadaffi


*Luis Zavala Castro

El escribidor junto a su Jefacho

El año 2008 se publicó en el país, con bombos y platillos el libro “JEFAZO”  Retrato intimo de Evo Morales (ed. El País) cuyo autor es el sociólogo y periodista argentino Martin Sivak quien actualmente reside en Nueva York, donde allí placidamente cursa su doctorado en Historia de América Latina. El día de la presentación del mencionado libro, Álvaro García Linera, uno de los más fanáticos devotos del presidente Evo, casi de rodillas agradeció a la Pachamama por esta publicación porque una vez más se enaltecía hasta el hartazgo la figura de nuestro héroe intergaláctico Morales Aima. Cuenta Sivak, que para escribir su famoso “JEFAZO”, prácticamente tuvo que acostarse en la misma cama con el presidente para reproducir al milímetro su agitada vida. Y fue precisamente en uno de sus achaques de megalomanía sideral a los que nos tiene acostumbrado Evo, que decidió llevarlo al periodista argentino hasta el África. (Sivak, literalmente se dio una vuelta alrededor del mundo gracias a la generosa ayuda del Estado Plurinacional de Bolivia). Justamente en el capítulo 3 titulado “La (gira) Tricontinental (noviembre – diciembre de 2006)” este sociólogo relata desde la página 93 hasta la 99 con lujo de detalles y sin pelos en la lengua el encuentro que tuvieron en Abuja-Nigeria, Evo Morales y el dictador Gadaffi, en el marco del primer encuentro Sur-Sur de presidentes de África y de América del Sur. El relato es una “joya” de la literatura universal  pero por su patetismo y exagerado cojudismo. Aunque claro para el entorno presidencial seguramente el relato los conduciría a una suerte de orgasmo perpetuo.  

La cosa comienza así:

Cita Nº 1  
“Mientras desayunaba omelet de jamón y queso, pan y manteca,  Evo anticipó que su encuentro con el presidente libio Muammar Gadaffi, en Nigeria, sería noticia mundial. — ¿No te perjudica? —pregunté. —No. —Él está mucho mejor con los Estados Unidos. “—Necesitamos —siguió el Presidente— que Gadaffi coopere con cincuenta millones de dólares con créditos (sic). Ya deberíamos tener una comisión de trabajo” (pág. 94).

“La organización de la cumbre reservó para Morales una suite presidencial en el Hotel Hilton, que incluía tres habitaciones.....Para no gastar en otras habitaciones, el Presidente decidió que compartiéramos los dormitorios de su suit: a mí me tocó en suerte dormir en la misma cama con el ministro Quintana” (sic)  (pág. 93).

Cita Nº 2  
En 1980, Gadaffi rompió con los Estados Unidos después de que la embajada norteamericana en Trípoli fuera saqueada. En 1986, Washington bombardeó varias ciudades de Libia y también el palacio presidencial: allí murió una hija suya. La relación empeoró cuando el gobierno africano asumió la responsabilidad civil por el atentado contra un avión de Panam en Lockerbie (Escocia), en 1988, y se comprometió a indemnizar a las familias de los doscientos setenta muertos. Su retórica antiestadounidense terminó a mediados de 1990: la insurgencia de grupos radicales islámicos provocó que Trípoli buscara un entendimiento con Washington para neutralizarlos. En mayo de 2006, la administración Bush anuncio que reabriría su Embajada después de casi veinticinco años y ponderó los esfuerzos de Gadaffi en la lucha contra el terrorismo” (pág. 97).


Cita Nº 3    
“Entre los custodios, descollaba uno de culito parado, (sic) bigote coloreado a la evidente carmela y gorra militar. Gadaffi lucía esa noche un birrete colorado, un chai marrón, y el pelo renegrido por una eficaz pero visible tintura.” (pág. 97)   

“—Un gusto de conocerlo —le dijo el jefe de Estado de Bolivia. Evo había conocido Trípoli cuando lo invitaron a recibir el Premio Gadaffi de Derechos Humanos que otorgaba cincuenta mil dólares , pero no se reunió con Líder. Ya sentados, Gadaffi contó que celebraba la llegada de gobiernos de izquierda en América Latina y el rechazo al neoliberalismo. “Demos gracias a Dios por ello” (pág. 98)

Cita Nº 4
“—Yo no tengo que ocultar con quién me reúno. Difundámoslo ahora. Y se le ocurrió otra frase. Bolivia quiere exportar su revolución democrática y cultural al África” (pág. 99).

 Cita Nº 6  
 “Concluida la reunión, asumí una nueva función: redactor de la estatal Agencia Boliviana de Informaciones (ABI) (sic). Mandé el primer cable a las 4.30 de la mañana:  (ABI) Abuja, Nigeria......Al entrar al dormitorio oí los ronquidos del ministro de la Presidencia. Tres horas después Morales preguntó por los diarios de Bolivia y pidió café. Había pasado casi toda la noche  hablando por teléfono desde su cama” (pág. 99).

Finalmente en la página 335 el escritor argentino agradece “a los extranjeros bolivianizados”,(sic)  Pablo Stefanoni, Víctor Orduna y al peruano  Walter Chávez  “por esa charla en un café de la plaza Murillo en la que lloramos con disimulo” (textual).  También agradece a los verdaderos titanes de la actual “revolución democrática y cultural”, Álvaro García Linera, Juan Ramón Quintana, Sacha Llorenti, Gustavo Guzmán y Carlos Villegas.  Pero también Martín Sivak agradece a los detractores de Evo; Alex Contreras, Andrés Soliz Rada, Pedro Susz, José Antonio Quiroga, Cayetano Llobet, Juan Carlos Rocha y Fernando Molina.  Por ahora Gadaffi lucha a capa y espada para ser relecto por otro cuarenta año como el Dios de  todos los libios.  


*Sociólogo y analista de la corrupción.